miércoles, 7 de noviembre de 2012

CONSECUENCIAS PARA LOS TRABAJADORES JÓVENES


Hemos denunciado, en multitud de ocasiones, que los trabajadores somos los que estamos soportando, en mayor medida, los costes de una crisis generada y consentida por otros. Pero, además, existen algunos colectivos de ciudadanos que están saliendo especialmente perjudicados por las medidas neoliberales y de austeridad llevadas a cabo por el Gobierno Central.

            Desgraciadamente, en una “posición de honor”, en este aspecto, se encuentran los jóvenes andaluces que:

·           Se ven afectados por una subida de impuestos que no tiene en cuenta su menor poder adquisitivo y que tienen que pagar igual que los que más tienen.
·           Tampoco pueden beneficiarse ya, en términos fiscales, del primer acceso a una vivienda en régimen de venta, lo que dificulta, todavía más, la compra de la misma.
·           La Reforma Laboral permite que los contratos de formación, con menor remuneración, se prolonguen “indefinidamente” en el tiempo.
·           Sus reducidas nóminas y el cambio de normativa convierten en irrisorias sus indemnizaciones por despido.
·           Son los primeros en cualificación pero los últimos en tener un trabajo decente y un salario digno.
·           Están padeciendo una tasa de paro de más del 63%, lo que se traduce en una cuestión inasumible para cualquier sociedad.
·           La reducción de las políticas activas de empleo, la eliminación de cursos de formación y el cierre de las Escuelas Taller y Casas de Oficio dificulta, aún más, su más que difícil incorporación al mercado laboral.
·           Tienen más difícil poder recibir la ayuda del Plan Prepara (máximo 450 euros) al haberse endurecido las condiciones para acceder a la misma.
·           Se quedan sin oposiciones a las que poder presentarse para acceder a un puesto de trabajo ya que prácticamente han dejado de convocarse.
·           Ven como se reduce la calidad de una educación pública que intentan desmantelar en beneficio de la privada (reducción de profesorado, hacinamiento en las aulas, etc.) y, de esta forma, comprometiendo gravemente su futuro personal y laboral.
·           Quieren aplicar una contrarreforma educativa más propia de regímenes pasados que de un Estado democrático que no hará más que incrementar el fracaso escolar.
·           Suben el precio de sus matrículas universitarias intentando que la formación se convierta en un bien de lujo sólo al alcance de los ricos.
·           Les niegan o les reducen drásticamente sus becas (libros, transporte, comedores…) dificultando a los hijos de los trabajadores que puedan acceder a la educación.
·           Ven como desaparece la Renta Básica de Emancipación (210 euros), lo que  les dificulta, aún más, el poder emprender un proyecto de vida independiente.
·           Los criminalizan cuando salen a la calle a ejercer su derecho a protestar contra las medidas del Gobierno.

AL FINAL, TODAS ESTAS MEDIDAS SE TRADUCEN EN:
           
            Algunos ejemplos de lo que está suponiendo este ataque frontal contra los jóvenes son los siguientes:

LAS CONSECUENCIAS
LAS CIFRAS EN ANDALUCÍA DESDE EL INICIO DE LA CRISIS
Los parados menores de 25 años crecen de manera alarmante. Actualmente ascienden a 238.700 desempleados, cifra que nunca antes se había alcanzado.
127.700 parados más
La tasa de paro de los jóvenes, inasumible. Son uno de los sectores de la población más castigados por la crisis. Tienen una gran dificultad para insertarse y mantenerse en el mercado laboral. La situación es bien clara: no se les ofrece ningún futuro.
63%
% de contratos temporales sobre el total de la contratación. La reforma laboral, lejos de solucionar los problemas del mercado de trabajo, los ha agravado. La precariedad es mayor y la calidad del empleo existente es ínfima: la menor duración de los contratos y las condiciones en las que se formalizan, suponen una merma en las condiciones de trabajo. La práctica totalidad de contratos que se realizan a jóvenes son temporales.
De cada 100 contratos realizados, 98 son temporales
Puestos de trabajo destruidos en los jóvenes menores de 25 años. La reforma laboral, además de destruir empleo, ha precarizado el existente y ha empeorado la situación económica.
238.000 empleos destruidos